14 de abril de 2012
GANADORES DEL PROGRAMA 2012 DE LA BECA AFS
Alumnos secundarios porteños estudiarán en Europa y en Estados Unidos
En la Escuela Técnica N° 32, Gral. José de San Martín, ubicada en la calle Teodoro García 3899, del barrio de Chacarita, se realizó el acto de entrega de diplomas a los doce ganadores del Programa 2012 de la Beca AFS.
Se trata de alumnos que cursan los últimos años del secundario en establecimientos de la ciudad y que participarán en un intercambio cultural con Estados Unidos y distintos países de Europa.Son ellos Tomás Duplatt, de la nombrada escuela técnica; Florencia Ayelén Adamo y Magalí Baldesari, de la Escuela de Cerámica Fernando Arranz; Francisco Benavídez y María Sol Falco, de las Escuelas Técnicas Raggio; Noelia Bernárdez, de la Escuela Normal Superior Don Martín Miguel de Güemes; Juan Pablo Chaves Morelli, de la Escuela Técnica Hipólito Yrigoyen; Lucía Cobas Lamas, del Colegio Nicolás Avellaneda; María Florencia Delpino, del Instituto de Lenguas Vivas Juan Ramón Fernández; Julieta Di Piazza, de la Escuela de Comercio Dr. Esteban Agustín Gascón; Norman Goldstein, de la Escuela de Enseñanza Media N° 2 del distrito escolar 14, y Claudio Germán Lacava, de la Escuela Normal Superior Nº 8.
En la oportunidad Magdalena Serra, becaria de la Edición 2011 del Programa, contó su experiencia a los nuevos becarios, quienes en virtud de una encomiable iniciativa recibieron además sendos ejemplares de Facundo y de Martín Fierro, en una edición especial del Ministerio de Educación de la Ciudad.
El intercambio cultural, en el que los jóvenes asistirán a la escuela y vivirán con familias de otros países, comprenderá en algunos casos seis meses y en otros un año; los destinos elegidos por los estudiantes fueron Estados Unidos, Francia, Italia, Suiza, Alemania, Bélgica Flamenca y Austria. La beca fue instituida según un convenio entre el Ministerio de Educación de la Ciudad y la Sociedad Civil AFS.
Qué es AFS
Según la información institucional, “AFS (American Field Service) es una asociación civil, una organización sin fines de lucro, sin ningún tipo de afiliación política, étnica o religiosa, dedicada a promover experiencias educativas internacionales”.
La organización surgió en 1914 y funcionó en un principio como “un cuerpo de conductores de ambulancias, creado y mantenido por voluntarios estadounidenses, que actuó en Europa, África y Asia durante las dos guerras mundiales de una manera pacífica, transportando heridos desde los campos de batalla hasta los hospitales”. La información institucional no lo dice, pero en la primera guerra uno de esos conductores fue Ernest Hemingway, quien trasladó esa experiencia a su novela Adiós a las armas; no fue el único, también condujeron ambulancias durante esa guerra escritores de la talla de John Dos Passos, E.E. Cummings, Dashiel Hammett, Louis Bromfield, William Somerset Maugham, Julien Green y Hugh Walpole, entre muchos otros.
Volviendo a los datos suministrados por la organización, esta “transformó su actividad en 1947 hacia el desarrollo de programas de intercambio estudiantil entre distintos países, con el objetivo de que el reconocimiento de las diferencias culturales que proporciona la inmersión en una sociedad distinta a la propia, fuera la garantía de que no se produjesen más guerras”.
Desde 1974, la asociación tiene posición consultiva en el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas; además, en 1989 ha recibido una mención especial de la ONU por la labor destacada a favor de la educación de los jóvenes del mundo, y en 2006 ha sido declarada de interés cultural y educativo por el Senado de la Nación.
Siempre de acuerdo con esa información, “promueve oportunidades de aprendizaje intercultural para ayudar a sus participantes a que desarrollen los conocimientos, las destrezas y el entendimiento necesarios para crear un mundo más justo y en paz” y los prepara “para que actúen como ciudadanos responsables del mundo, que trabajen en pos de la paz y del entendimiento en un mundo diverso”. En ese sentido, la organización reconoce que “la paz es un concepto dinámico que se ve constantemente amenazado por la injusticia, la inequidad y la intolerancia”.
Así, AFS “cree firmemente en la dignidad y el valor de cada ser humano de cada nación y cultura del mundo” y “alienta y promueve el respeto por los derechos humanos y la libertad sin distinción de raza, sexo, idioma, religión o status social”. Y las actividades que realiza “están basadas en los valores de dignidad, respeto por las diferencias, armonía, sensibilidad y tolerancia”.
Según la organización, “el aprendizaje por la experiencia, basado en la vida real y apoyado en la reflexión estructurada” es el fundamento de sus programas, en busca de enlazar las “oportunidades de aprendizaje intercultural con los asuntos globales decisivos que enfrenta la humanidad”.
Además de preciarse de aceptar “con entusiasmo los cambios y el pensamiento crítico”, la asociación manifiesta que “aún hoy en día nuestro mundo continúa limitado por nacionalismos, racismos, etnocentrismo y xenofobia y queremos hacer más”, expresa su preocupación “por los abusos a los derechos humanos, la falta de integración social y el deterioro del medio ambiente”, y subraya que “participar en AFS significa tomar conciencia de estos asuntos y luchar por crear un mundo más justo y pacífico”.
En consecuencia, y siempre según se informó, AFS se ha puesto como objetivo “trabajar por el aprendizaje intercultural a través de una ‘educación global’” que comprenda “todo el conjunto de preocupaciones que comparte el mundo, las cuestiones que nos dividen y los problemas que enfrentamos”.
Se trata de una educación “que promueve un compromiso común para el mundo y su gente”, a la que alienta a “tomar conciencia de sus propias acciones y como estas afectan a los otros” y propicia “el respeto, la tolerancia y la justicia”. A la vez, “nos exige que busquemos formas de cambiar el mundo cuando no reúna estas normas, cuando los recursos son inequitativamente distribuidos, cuando los conflictos entre las personas engendran violencia, cuando hay abusos de los derechos humanos”.