3 de marzo de 2012
CUANDO EL TANGO ES TESTIMONIO
Conurbano ida y vuelta rinde homenaje a las víctimas de la tragedia de Once
Por Haydée Breslav
Compuesto en 2007, Conurbano ida y vuelta es un tango instrumental que se aparta de la actual estética del espectáculo para evocar la odisea de viajar en tren que padecen a diario millones de trabajadores, y con el cual su autor rinde hoy homenaje a las víctimas de la tragedia ferroviaria de Once.
Sin darnos tiempo a recuperarnos de la conmoción causada por el malhadado choque, el correo electrónico nos trajo un video que tiene la rara virtud de aunar imágenes que señalan de modo inequívoco la indignidad del sistema ferroviario, así como a quienes la combaten (y allí están las hermosas facciones de Mariano Ferreyra), con otras que muestran a músicos interpretando un tango, cuyos compases dominan todo el video, y que a nuestro juicio constituye uno de los mejores temas instrumentales de los últimos tiempos.
Se trata de Conurbano ida y vuelta, de Javier González, compositor conocido sobre todo por su notable tango Pompeya no olvida, que tiene letra de Alejandro Swarcman y primera, y principal, interpretación de Patricia Barone.
“Yo vivo en Haedo (soy oriundo de la zona oeste), y por eso, desde mi infancia, mi cotidianeidad está atravesada por el existir a orillas de este trágico ferrocarril Sarmiento que tanta muerte ha producido en todos estos años”, nos cuenta González, acotando que esos mal llamados accidentes se han producido “obviamente, por el descontrol que genera la gestión capitalista del Estado en torno a los medios de transporte, no son ‘tragedias naturales’”.
Pasando a consideraciones estéticas, observa: “Aunque la música no es poesía, yo entiendo que íntimamente puede generar emociones asociadas al terreno de la sensibilidad y lo simbólico; pero en este caso sin palabras, por medio de ‘otro lenguaje’ de imágenes audibles”.
Con infrecuente lucidez, afirma que “Conurbano ida y vuelta refleja parte del tango que hoy se produce en los márgenes de la ciudad, alejado del centro, del obelisco, de la avenida Corrientes y de todos los clichés impuestos por el mercado, que entienden a la cultura ciudadana como un negocio y no como la expresión artística de un pueblo”.
“Desde esta perspectiva”, prosigue, “Conurbano refleja un sonido que da cuenta de la estética tanguera de este tiempo, y que está lejos del ‘discurso dominante’ que hoy tiene el tango como producto mercantil”.
Nadie que ame el tango puede estar en desacuerdo con los conceptos que expresa a continuación. “Yo comprendo al tango como una expresión cultural genuina, intensa y con raíces, y como tal, considero que debe ser independiente de las modas que pretenden transformarlo en un souvenir turístico”.
La conclusión es clara. “Por eso, también considero genuino rendir homenaje a las víctimas de este ‘accidente de crónica anunciada’, con una obra de arte gestada desde las orillas de esta barbarie”.
Conurbano ida y vuelta fue compuesto en 2007 y dio título a un disco compacto, editado en octubre de 2011 y grabado por un grupo integrado por Javier González en composición, dirección, guitarras y arreglos; Luis Vázquez en bandoneón; Mariela Focas en flauta traversa; Mariano Silva en piano; Alejandro Ward en bajo eléctrico y Héctor Correa en batería y percusión.