Argentina ante el atentado contra Charlie Hebdo

El atentado terrorista contra la revista humorística francesa Charlie Hebdo, que causó doce muertos y más de veinte heridos, algunos de ellos de gravedad, tuvo las lógicas repercusiones en nuestro país, donde distintas instituciones dieron a conocer declaraciones de repudio al hecho y de solidaridad con sobrevivientes y familiares de las víctimas.

Entre los muertos se encuentran el director del semanario, Stéphane Charbonnier, “Charb”; conocido por sus posiciones anticapitalistas, había apoyado al Partido Comunista de su país y al Frente de Izquierda. En 2012, en una entrevista con el periódico marroquí Telquel, había declarado: “No tengo miedo a las represalias. No tengo mujer, ni hijos, ni auto, ni crédito”. Y rescató la célebre frase de la Pasionaria: “Podrá sonar un poco pomposo, pero prefiero morir de pie a vivir de rodillas”.

También fueron asesinados los prestigiosos dibujantes Jean Cabut, “Cabu”, de 76 años; Georges Wolinski, de 80; Philippe Honoré, de 73, y Bernard Verlhac, “Tignous”, de 57; el periodista Michel Renaud, de 69; el economista y comentarista Bernard Maris, de 68; la psiquiatra y columnista Elsa Cayat, de 54, y el corrector Mustapha Ourad. Completan la triste nómina el empleado de mantenimiento Frédéric Boissea y los agentes de policía Frank Brinsolaro y Ahmed Merabet.

Si bien no parece relevante consignar la ideología de las víctimas, cabe mencionar, para refutar los argumentos de los fascistas de izquierda vernáculos, que Wolinski era el presidente honorario de Cuba Si France, una organización de solidaridad con el pueblo y el actual gobierno de la isla; que “Tignous” solía denunciar en sus dibujos a la explotación capitalista, y que Maris era un economista de referencia del antineoliberalismo.

Pronunciamientos oficiales

Entre las manifestaciones difundidas al respecto en nuestro país, es necesario mencionar en primer término el comunicado emitido por la Cancillería, según el cual “la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el gobierno y el pueblo argentino condenan enérgicamente el bárbaro ataque terrorista” y “expresan su profunda solidaridad con el pueblo y gobierno de Francia y, especialmente, con los familiares de las víctimas”.

Dice también que “La Argentina reitera su inalterable compromiso con la paz y la lucha contra el terrorismo en todas sus formas, así como la voluntad y decisión políticas de continuar fortaleciendo los mecanismos de cooperación internacional, observando las leyes y respetando los derechos humanos, como el único camino de las sociedades democráticas para afrontar este flagelo”.

Por su parte, la Embajada de Francia ha convocado a participar en un “agrupamiento republicano y momento de recogimiento en homenaje a las víctimas del atentado contra Charlie Hebdo”, que tendrá lugar mañana, entre las 12:30 y las 13:30, frente a la sede de esa representación diplomática, ubicada en la calle Cerrito 1399.

De asociaciones de profesionales

Una de las primeras manifestaciones provino del Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), que se solidarizó “con los integrantes de la redacción de Charlie Hebdo y los familiares de las víctimas”, expresó “su mayor repudio y condena al atentado” y afirmó: “La libertad de expresión y de opinión es un derecho humano universal, y debe ser respetado y garantizado en todo el mundo. El ejercicio pleno de este derecho humano comprende, entre otros, al derecho a la sátira, que es lo que habitualmente hace la publicación Charlie Hebdo”.

Consideró asimismo que las acciones terroristas “deben ser investigadas y sus autores sancionados judicialmente, para que la impunidad no deje la puerta abierta a que se cometan más hechos como este”.

Más breve y menos sólida, la declaración de la Asociación de Dibujantes de Argentina se limita a expresar su “respeto y condolencias a familiares, amigos y colegas de los humoristas gráficos franceses Charb, Cabu, Tignous, Wolinski pertenecientes a la revista Charlie Hebdo, quienes fueron brutalmente asesinados junto a otras víctimas inocentes en un atentado contra la revista y la libertad de expresión”.

En contraste, varios de los más conocidos dibujantes de nuestro medio publicaron trabajos en los que rindieron conmovido homenaje a las víctimas.

De otras organizaciones

Llamativamente, las más vehementes manifestaciones de rechazo al atentado contra una revista cuya línea editorial estaba comprometida con un inclaudicable laicismo han emanado de organizaciones vinculadas, directa o indirectamente, con sectores religiosos.

Así, el Centro Islámico de la República Argentina expresó “su más enérgica condena a este acto de terrorismo criminal y todo otro similar” y aclaró que “el Islam es ajeno a este tipo de conductas, y rechaza y condena a quienes los cometen”.

Consideró asimismo, con respecto a “este acto terrorista”, que “algunos intentan provocar o lo utilizan para demonizar al Islam, a los musulmanes y confundir a la sociedad”, y rechazó “el uso de términos para identificar a estos terroristas, que aparecen en ciertos medios masivos de comunicación y en ciertos círculos académicos, como islámicos, ultraislámicos, etcétera, ya que la practica piadosa del Islam invita a la paz individual y social, y Dios Altísimo y Misericordiosísimo expresa en el Generoso Corán: ‘Dios no ama a los agresores’”.

A su vez, la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas de la Argentina) dio a conocer un documento en el que, después de expresar “su categórica condena frente al criminal atentado terrorista fundamentalista”, señala que “una vez más el mundo asiste con estupor a una masacre cometida por quienes matan a civiles indefensos, profanando la fe que dicen abrazar, que enluta a toda la sociedad francesa” y confía en “que los responsables de estos crímenes abominables sean sometidos a la justicia”.

Por su parte, con las firmas del sacerdote católico Guillermo Marcó, el rabino Daniel Goldman y el dirigente islámico Omar Abboud, el Instituto del Diálogo Interreligioso dio a conocer un documento en el que comienza por definirse como una “entidad que representa el espíritu de convivencia entre las tres grandes religiones monoteístas en nuestro país” y “expresa su absoluto repudio por el trágico atentado”.

Y prosigue: “La experiencia histórica nos enseña que no hay nada más salvaje que la pretensión de imponer y defender convicciones e ideologías a través del asesinato. Sabemos que las vidas que se marchan por actos de violencia no solo no vuelven sino que también se llevan la esperanza e instalan el odio y la desconfianza”.

Afirma que “los delitos son cometidos por personas y no por las creencias religiosas que en su esencia enseñan el camino de la armonía” y que “las expresiones del fundamentalismo violento encarnan exclusivamente la visión de individuos y grupos incapaces de vivir con los otros”.

Dice por último: “Desde nuestra perspectiva religiosa, la perfección de la Paz-Salam-Shalom deviene de un indisociable equilibrio humano, que se compatibiliza con el resto de la creación, originada a partir de esa totalidad a la que damos el nombre de Dios-Allah-Adonai. Por ello apelamos a los hombres y mujeres creyentes en la trascendencia a actuar en el camino de la concordia”.

De los partidos políticos

También los partidos políticos (no todos) se pronunciaron sobre el atentado. Uno de los primeros fue el Partido Socialista, que en un comunicado difundido poco después de conocidos los hechos manifestó que “el terror ha dado un nuevo golpe a la vida en libertad y en tolerancia, ambos pilares de un sistema democrático”, y que “la masacre perpetrada en la ciudad de París contra la revista Charlie Hebdo, inspirada en supuestos valores religiosos, no hace más que demostrar que el odio irradiado por ciertos fundamentalistas es una enorme amenaza a la convivencia, a la libertad de expresión y al diálogo entre credos diversos y entre creyentes y no creyentes”.

Asimismo, hizo un llamamiento “a las fuerzas democráticas, progresistas y socialdemócratas de Europa, a seguir promoviendo el diálogo interreligioso, el ecumenismo, el secularismo que caracteriza a un Estado democrático y laico, que debe garantizar la libertad de cultos”.

Señaló además que “cuando crecen voces racistas, xenófobas e islamofóbicas, es el momento de reafirmar nuestros valores y convicciones, en defensa de la pluralidad de ideas y creencias” y que “grupos de fanáticos terroristas, que desprecian la vida humana, no deben alterar la convivencia pacífica entre aquellos que pregonan distintas religiones”.

Por su parte, el presidente de la Unión Cívica Radical, Ernesto Sanz, publicó en Clarín una columna de opinión titulada “Ante el terror, fortalecer la libertad”, en la que, entre otras cosas, estimó que “el fundamentalismo religioso plantea una abierta batalla contra el temperamento occidental y sus valores y por eso plantea situaciones que llevan al límite cualquier idea y cualquier acción política”.

“No importa que estemos en una parte del mundo distinta y en algún sentido nueva”, advirtió, “el terrorismo fundamentalista es un problema global y debe ser tratado de manera global”.

Consideró que “la mejor manera de combatir el terrorismo es desde el principio que este ataca” y destacó en consecuencia la necesidad de “fortalecer la libertad, la democracia y el pluralismo dentro de las distintas colectividades, países y regiones”, en el convencimiento de que “el camino será indiscutiblemente largo y ríspido, pero es la única forma de hacerlo eficazmente”.

A su vez el Pro, en un comunicado, condenó “el sangriento atentado” y se solidarizó “con los familiares de las víctimas, el pueblo y el gobierno trancés frente a semejante crimen que expresa lo peor del ser humano y que, por suerte, solo representa a una ínfima minoría que no debe asimilarse a pueblo, raza o religión alguna”.

Remarcó que “sus perpetradores son asesinos que solo portan su propio odio y su incapacidad de convivir en forma civilizada y contra los cuales debe recaer todo el peso de la justicia” y que “los argentinos tenemos que recordar que supimos vivir enfrentamiento fratricidas que han quedado sepultados en el pasado y que allí deberán quedar por siempre”.

En cuanto al Partido Obrero, puso de manifiesto que “la masacre perpetrada contra el semanario satírico francés, Charlie Hebdo, llena de consternación a los trabajadores y verdaderos demócratas de todo el mundo”.

Según subrayó, “es el momento de ratificar la defensa de la libertad de expresión y de opinión, en especial cuando el periodismo ataca con sus armas de la crítica y la sátira el fanatismo religioso o nacionalista, que envenena las relaciones entre los pueblos, siembra la cizaña y la división entre las clases explotadas y desposeídas de los diversos países, y socava la unidad internacional de sus luchas”.

Opinó que “es inadmisible, sin embargo, que este repudio sea confundido con cualquier solidaridad política con el Estado y gobierno de Francia, que tiene un récord internacional de masacres contra innumerables pueblos”, y que en ese sentido “la solidaridad absoluta e incondicional con los periodistas y las otras víctimas de la masacre de Charlie Hebdo y con el pueblo y los trabajadores de Francia, no puede extenderse a los gobiernos y estados masacradores, a riesgo de socavar la autoridad política y moral de la lucha contra un terrorismo de clara connotación fascista”.

En parecidos términos, y “por profundas razones humanas y políticas”, el MST-Nueva Izquierda repudió “con toda energía los brutales asesinatos y el cobarde atentado terrorista” y se solidarizó “con los familiares de las víctimas y con el pueblo francés”, al tiempo que ratificó su “defensa incondicional de la más plena libertad de prensa y expresión”, y rechazó “en forma tajante todo tipo de fundamentalismo o fanatismo religioso y sus ataques violentos”.

A la vez, denunció “la hipocresía del gobierno y el Estado imperialista francés, que ahora se rasgan las vestiduras en nombre de la libertad pero son responsables de numerosas masacres e intervenciones contra sus ex colonias y otros pueblos del mundo e, incluso hoy, de persecuciones contra los inmigrantes y en especial contra la comunidad musulmana en su propio país”.