Por un mejor servicio de mamografía
- Escrito por Victor Pais
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Para visibilizar el reclamo “por mayor disponibilidad del mamógrafo” del Centro de Especialidades Médicas de Referencia (CEMAR) instalado en la planta alta del edificio donde funciona el Centro de Salud y Atención Comunitaria (CeSac) 22, ubicado en Fragata Sarmiento 2152, integrantes de la Red de Salud La Paternal realizaron un “ruidazo” en el cruce de las avenidas San Martín y Juan B. Justo. Luego se dirigieron al referido establecimiento y allí fueron recibidos por el director del CeSac, Federico Pettinicchio. La actividad se hizo en el marco de la celebración del Día mundial de la lucha contra el cáncer de mama y tuvo una orientación claramente crítica de la política sanitaria del Gobierno de la Ciudad expresada a través de las pancartas que portaban los manifestantes.
Gabriel Rosenstein, médico del hospital Tornú, referente del espacio convocante y de la mesa de gestión comunitaria del CeSac 22, en diálogo con los medios barriales en las puertas de este último y tras explicar que “la mamografía es un equipamiento que se necesita para la prevención del cáncer mamario, que es la segunda causa de cáncer en las mujeres en la ciudad de Buenos Aires”, señaló: “Ni Larreta ni Quirós se enteran de que para poder generar acciones en salud se necesitan recursos humanos y físicos. No alcanza con edificios y folletos marketineros. El mamógrafo de este centro tiene que abastecer las mamografías de toda la población femenina que abarca cuatro centros de salud: el 38, el 34, el 22 y el 33. Y aparte, como el mamógrafo del hospital Fernández tampoco funciona, se derivan sus pacientes a este centro. O sea, este centro de salud debe abastecer por falta de inversión, por falta de recursos, a las comunas 5, 11 y 15 y a pacientes del hospital Fernández”.
Seguidamente, Rosenstein aportó números de un relevamiento hecho por la Red que integra sobre la cantidad de mujeres que se atienden en el CeSac 22: “Son 4700 mujeres y de estas mujeres hay aproximadamente un 40 % que deberían hacerse mamografías. Esto implica 29 horas semanales de mamografías para poder abarcar solo a la población de uno de los centros de salud. Y hoy por hoy el mamógrafo, en esta institución, en el centro de mediana resolución, funciona cuatro horas por día cuatro veces a la semana”.
El escaso uso del mamógrafo está causado, según nos confirmó Rosenstein, por el también escaso recurso humano del que dispone el CeSac: “No se da solo con el mamógrafo. También tenemos esta dificultad con la farmacia, también para poder hacer papanicolaou y colposcopía”. Y revela: “Hemos presentado un proyecto con el centro de salud para que la colposcopía y los pap los realicen los médicos generalistas, entre los cuales hay médicos residentes que han aceptado hacerlo, pero tenemos dificultades para que el resto de los profesionales empiecen a hacerlo. Esto implica que la mujer que viene a atenderse tenga que venir varias veces al centro de salud para resolver lo que se llama tamizaje de cáncer génito-mamario. Nuestra propuesta es optimizar estos recursos, que los residentes junto con los médicos generalistas que supervisan a los médicos puedan hacer colposcopía y los pap, y poder darles un turno de mamografía dentro del mes en que las mujeres consultan”.
Asimismo, el médico advirtió: “No es un déficit solo del sistema público. Hoy los subsectores de obra social y los de medicina prepaga también tienen esta dificultad. Y hay algo que no se sabe y es que en los centros de salud del Estado de la Ciudad deben y pueden atenderse los subsectores”. Empero, Rosenstein concluyó enfatizando que “el tema central es que optimicemos el recurso público, optimicemos los recursos instrumentales, pongamos recursos humanos y demos una buena salud al conjunto de las mujeres de la ciudad de Buenos Aires”.